¿Podemos Volver a la "Normalidad"?

14.04.2020

El tema que más preocupa a las autoridades mundiales, gobiernos, empresarios y ciudadanos en general, aparte de la parte sanitaria, es cuándo podremos volver a una situación lo más parecida posible a la que teníamos hasta finales del 2019. En ese sentido hay opiniones para todos los gustos y colores, muchas de ellas totalmente irreales, mal documentadas o respondiendo solo intereses políticos o económicos. Muchas de estas opiniones son vertidas por los medios de comunicación, ya sea por periodistas o por líderes políticos, en entrevistas o ruedas de prensa pero lamentablemente no se está informando adecuadamente a los ciudadanos.

Ha quedado claramente demostrado a lo largo de toda esta pandemia que si la mayoría de los gobiernos del mundo hubiesen hecho caso a las autoridades científicas, económicas y sociológicas, la situación no hubiese llegado a la gravedad qué tiene en este momento. A estas alturas de la pandemia, para todas las autoridades del mundo es fundamental que hagan caso de las recomendaciones de médicos, científicos, epidemiólogos, sociólogos, economistas y algunos empresarios, pero sin politizar sus recomendaciones.

Para que la economía pueda volver a crecer es imprescindible que se vacune en masa a la población mundial. 

En un estudio muy detallado publicado por el American Enterprise Institute y realizado por un grupo de expertos en medicina, economía, sociología y epidemiología, se organiza la vuelta a la normalidad como un proceso dividido en cuatro fases. A continuación voy a resumir dichas fases, lo cual nos ayudará a entender lo complicado y extenso que será este proceso.

  • Fase I: es La fase en la que nos encontramos la mayoría de los países del mundo y tiene como objetivos, en primer lugar, el disminuir drásticamente la propagación del virus a través del confinamiento y el distanciamiento social. En segundo lugar está el hacer test masivos para identificar a personas infectadas, enfermos, portadores asintomáticos y a quienes han sufrido la enfermedad para tomar las medidas necesarias inmediatamente. Es condición indispensable para poder pasar a Fase II que haya una reducción importante y sostenida de los casos durante al menos dos semanas.
  • Fase II: esta es la fase de reapertura durante la cual se levanta el confinamiento de forma escalonada y cuidadosa para evitar un nuevo brote de la enfermedad. Se permitirá el volver a funcionar a la mayoría de las empresas pero las medidas de distanciamiento social han de continuar, los desplazamientos han de estar limitados y controlados y se han de evitar aquellas actividades que reúnan a gran cantidad de ciudadanos como pueden ser manifestaciones, eventos deportivos, conciertos, festivales, etc. Hay que evitar que se pudiese volver a la Fase I debido a un aumento de pacientes infectados. Hay que continuar con los test, sobre todo serológicos para determinar el grado de inmunidad de la población y es fundamental que se acelere la producción de fármacos para tratar el virus. Para poder pasar a la Fase III es indispensable que la vacuna contra el COVID 19 esté disponible.
  • Fase III: Una vez que la vacuna esté disponible y se haya empezado administrar en masa alrededor de todo el mundo se podrán levantar todo tipo de restricciones en el desplazamiento así como el distanciamiento social. Durante esta fase han de seguir en práctica todos los esfuerzos para prevenir nuevas infecciones, se ha de seguir tratando a pacientes para evitar posibles recaídas y se han de implementar medidas preventivas para qué quienes hayan podido estar en contacto con el virus no manifiesten la enfermedad. También se han de llevar a cabo test serológicos para determinar la inmunidad de la población, entendiendo quienes son portadores de anticuerpos.
  • Fase IV: Reforzar los sistemas sanitarios para prevenir nuevas pandemias. El Covid-19 ha dejado claro que la gran mayoría de las naciones no tienen los sistemas sanitarios necesarios para hacer frente a este tipo de enfermedades y que todos ellos van a requerir un reforzamiento y modernización importante de sus estructuras y sus profesionales. Esta fase también debería incluir la creación de un organismo internacional, con los recursos económicos y humanos necesarios para poder identificar con antelación posibles enfermedades de este tipo y que puedan actuar con eficacia en la próxima pandemia, que es un hecho que volverá a ocurrir.

El FMI ha anunciado que la economía mundial se enfrenta a la peor recesión desde la Gran Depresión de 1930. 

Pero me vais a permitir que insista en qué hay que partir de una premisa inapelable: para intentar volver a la "normalidad" hay que controlar la pandemia y erradicar el virus lo antes posible. Para ello tiene que haber una vacuna que funcione y esto puede llevar todavía bastantes meses. Hoy por hoy solo hay 3 vacunas que se encuentran en ensayos de fase 1 en humanos. El plazo estimado para la disponibilidad de una vacuna inicial es entre principios y mediados de 2021, según la Asociación Médica Americana, la OMS y otras autoridades médicas.

Cuando esa vacuna haya pasado las diferentes fases de ensayos y esté disponible, harán falta laboratorios que la produzcan en cantidades suficientes para vacunar un gran porcentaje de habitantes de todo el mundo. Lo ideal sería que se empezara ya a construir estas instalaciones o que se acondicionen laboratorios ya existentes. Esto puede retrasar o ralentizar el proceso de vacunación considerablemente. A medida que se vayan produciendo las vacunas hay que asegurarse de que tienen la distribución necesaria y que lleguen a la población de los diferentes países, lo cual puede retrasar otros tantos meses el proceso.

Hay que recordar que las partes médica y científica de esta pandemia están directamente relacionadas con la economía y no se nos puede olvidar que el impacto económico de la enfermedad está siendo brutal, con casi 170 países ya en recesión o a punto de entrar en una según el FMI. Lo que está claro es que cuanto más tardemos en poder volver a esa normalidad más profunda será la recesión, más costará salvar empresas, la creación de empleos y generar crecimiento.

Las recesiones se dan de 3 tipos: con curvas en forma de V, en forma de U y en forma de L. Una recesión en forma de V es corta, con una recuperación que sigue rápidamente a la recesión. Una recesión en forma de U tiene un período más largo antes de la recuperación. Una recesión en forma de L es prácticamente una depresión. La recesión de 2007-2009 fue una recesión en forma de U, pero las recesiones en forma de V son mucho menos memorables. Sabemos que una recesión en forma de L es la que se instaura de forma brusca y repentina pero su recuperación puede tardar hasta 10 años. Va a depender de todos los gobiernos e instituciones internacionales el que estimulen la economía para proteger a las empresas y los autónomos para que así estás puedan mantener sus empleados y se logre volver a generar trabajo y crecimiento.

Hoy el FMI ha anunciado que la economía mundial se enfrenta a la peor recesión desde la Gran Depresión de 1930, con una caída global del 3% pero del 8% en España, donde el paro superará el 21%. Por lo tanto no debemos hacernos ilusiones de que todo va a volver a la normalidad que conocíamos ni tan rápido como muchos líderes y periodistas nos quieren hacer creer ni tan fácilmente como a todos nos gustaría. Por ejemplo, yo tengo una empresa de organizar eventos como conferencias, ferias, conciertos, congresos y competiciones deportivas. Veo muy difícil que antes de que se cumplan las condiciones que comento más arriba podamos ver estadios llenos durante partidos de fútbol, baloncesto o conciertos. Tampoco veo que el turismo de masas con playas llenas, discotecas a tope y ciudades abarrotadas de gente vaya a volver durante lo que queda de año.

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